Esta Pixels es una de las películas con las que mas me ha aburrido, junto con Catwoman, tanto como para no ser capaz de verla entera, y necesitar una segunda vez para visionarla hasta el final. Esta no va a ser una reseña al uso, o un Dando una oportunidad a..., sino que va a ser una entrada mas corta que estas.
Sabia que Pixels no era una gran cinta, que Sandler me perdone, pero como es habitual, las películas en las que aparece este actor no son por lo general buenas obras, siendo estas son en el mejor de los casos pasables, con excepción de la reciente Diamantes en Bruto de Netflix, en la que realiza un gran papel para sorpresa de muchos, yo incluido.
Uno de los mayores problemas de esta película es su producción, no siendo esta demasiado buena, lo que arruina el resultado final, a lo que hay que sumar las interpretaciones algo flojas. En lo que si destaca es por su chute de nostalgia para aquellos que vivieron la época del arcade, o para los que somos aficionados a los videojuegos, y a los juegos clásicos.
El argumento de esta película es original: en los años ochenta se envía al espacio una sonda con imágenes de videojuegos, como Pacman o Centipede, que llega a unos alienígenas que años mas tarde manda a la tierra una ofensiva basada en esos mismos videojuegos, ya que pensaron que era una provocación y un acto de guerra. Desde luego es original e interesante, pero desgraciadamente no basta el querer seguir viendo referencias a videojuegos clásicos cuando la película no es interesante.
Concluyendo, es original, los efectos especiales no están mal, pero la producción y los actores están a un nivel muy bajo, lo que da como resultado una cinta que dista mucho de ser el producto de entretenimiento que podía haber sido. Destacaría de esta Pixels sus constantes referencias a videojuegos arcade y la batalla final contra Donkey Kong.