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Iba a ver la serie de Resident Evil en Netflix, pero ya no tengo ninguna intención de hacerlo




Cuando Netflix anuncia que va a producir una serie basada en algún videojuego me echo a temblar; vale, con Arcane lo hicieron bien, y con Castlevania estuvieron cerca de lograr una serie a la altura de la franquia vampírica de Konami. El problema es que aquí se ha creado algo, que salvando las distancias, es como la serie de Watchmen de HBO: tiene el nombre de una franquicia famosa, en este caso Resident Evil y se desarrolla en su mundo, pero aparte de eso parecen no haber entendido nada.

Quien haya jugado a los juegos de la saga principal de Resident Evil se habrá dado cuenta al instante de que esta serie es una burda manera de Capcom, la desarrolladora de los RE, de obtener ingresos fáciles; y de que Netflix intenta obtener un nombre fuerte en estos momentos tan turbulentos para las plataformas de streaming.

Los juegos (nos ponen en general en una ubicación abandonada o aislada en donde se realizan experiementos y en donde los protagonistas (Leon, Jiill, Chris, Rebecca...) tienen que sobrevivir a algunas de las variantes del virus creado por Umbrella y a los consiguientes engendros que se originan de el; pero en esta serie parecen más preocupados por mostrarnos las (insulsas) vidas de las hijas de Wesker y sus problemas (ya volveré sobre esto, no os preocupéis).




WESKER; ¿DÓNDE TE HAS QUEDADO?

Primero de todo habría que preguntarse como un monstruo como Albert Wesker ha podido tener dos hijas e incluso criarlas y preocuparse por ellas. De este hecho se deriva el que es el mayor problema de la serie: la poca fidelidad con los videojuegos. Para hacer esto mejor no haber hecho nada, o al menos no haberla puesto un nombre tan mítico como lo es Resident Evil, sino cualquier otro.

Entre la historia poco ligada a los videojuegos, las escasas apariciones de los típicos monstruos de la serie o ese Albert Wesker tan.. diferente. Para empezar, Wesker no es el Wesker al que conocíamos, está... cambiado, muy cambiado, y no lo digo solamente por el echo de que no sea rubio y blanco sino que parece una buena persona o al menos algo cercano.

Según los creadores de Resident Evil, Wesker encarna lo peor de la humanidad, su oscuridad  y lo más bajo a lo que puede llegar el ser humano, aunque, técnicamente Albert Wesker no sea un ser humano propiamente dicho. Así, el que Netflix y alguna de sus productoras hayan creado un personaje tan mierdas nos muestra otro problema: el que no les importan demasiado las historias y su procedencia, sino crear algo que no cueste mucho dinero y que si puede ser se haga viral, como ya lo hizo el Juego del Calamar.

CONCLUSIÓN: PIENSO ALEJARME DE LA SERIE COMO SI DE UN LICKER SE TRATARA

Es evidente que las mentes pensantes de Netflix o la productora encargada de la serie no ha tocado un Resident Evil en su vida, pero yo os voy a ilustrar: Albert Wesker es un maldito malnacido, tal vez el mayor que ha dado los videojuegos, no un mejorable padre de familia; además de que no queremos ver las preocupaciones de dos preadolescentes cuando lo que queremos ver es monstruos, ubicaciones y nombres conocidos.

Aunque claro, no se me pasa que esta serie no esta hecha para os que llevamos jugando a esta serie desde sus inicios en la primera PlayStation, sino para millenials capaz de tragarse cualquier basura. He de decir que aunque no me haya gustado, evidentemente, no cuenta con una mala producción, habría que arreglar un par de cosas de cara a futuras temporadas y tendrían un producto bastante decente..

NOTA: No he visto la serie, pero aún así hablo de ella con conocimiento de la trama al haber visto varias críticas en donde se expone desde distintos puntos de vista lo que al crítico le ha parecido la serie.